A todos nos gustan las croquetas ya sean de jamón, de puchero, de queso o de verdura. Hoy se pueden encontrar muchas variedades ya hechas, frescas o congeladas. Pero unas croquetas compradas no tienen ni punto de comparación con las caseras.
Y este es uno de los puntos fuertes de las Croquetas. Pero las Croquetas se hacen sobre todo para aprovechar sobras de otras comidas. Es un plato de provecho por excelencia.
Se pueden hacer de muchos tipos. Solo se tiene que tener en consideración el espesor de la bechamel y el sabor del ingrediente principal.
Uno de los puntos débiles de las Croquetas, mejor dicho, del proceso de preparación es que éste resulta engorroso: las manos las tienes llenas de masa, de huevo, de pan rallado. ¡Puedes llegar a confundir tus propios dedos con las croquetas ! (Esto es broma). Pero sé de muchas personas que no soportan preparar las croquetas por esto mismo. Porque lo ven muy complicado y se monta una en la cocina que no veas!
Me ha pasado lo mismo, hasta que he he encontrado la forma de hacerlas para que resulte fácil y limpio. Y , sobre todo, que las Croquetas tengan un aspecto perfecto: iguales en tamaño y forma.
Encontrarás la receta en este enlace y puedes ver los ingredientes exactos.
Aquí voy a insertar las imágenes correspondientes a los pasos de la preparación.
1 Derretir la mantequilla en aceite
2 Pochar la cebolla, añadir el ajo, el jamón y el perejil
3 Incorporar la harina y mezclar bien
4 Añadir la leche
5 Remover constantemente y añadir la sal y la pimienta
6 Está hecho cuando aparecen gotas de grasa a la superficie
7 Preparar la fuente
8 Volcar la masa
9 Cubrir con film de plástico al contacto
10 Volcar la masa endurecida sobre una tabla de cortar
11 Dividir en 32 porciones iguales (por la mitad cada trozo)
12 Pasar por harina
13 Pasar por huevo y pan rallado
14 Terminar de formar
15 Freír
Puedes usar una freidora para obtener unos resultados óptimos a la hora de freír.
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