Creo que mi tarta favorita es la Pavlova. Es única y a la vez muy versátil.
En esta ocasión es un cestito lleno de fruta fresca.
La composición cromática no es del todo de mi agrado, pero a veces el mercado no ofrece exactamente lo que necesito en el momento determinado.
Por supuesto que es una tarta muy rica. Su base de merengue no es chiclosa, la estructura es robusta, no hay grietas considerables.
El color del merengue cambia en función de la temperatura del horno. Para que se mantenga de color blanco, el merengue debe hornearse a 100ºC durante 3-4 horas.
Para un color crema, la temperatura debe ser más alta y el tiempo de horneado más corto. En este caso han sido 130ºC y 3 horas.
Las asas se aplican en la misma bandeja con la pieza principal, una de cada lado. Siempre hay que dejar un espacio de unos 4 - 5 cm entre las piezas.
-fin-
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