La tarta campesina de manzana está hecha de una base de pasta brisa ligeramente dulce con la cual se forra el molde. En este proceso siempre quedan algunos recortes que se pueden aprovechar para realizar decoraciones.
En esta ocasión he hecho unas manzanas pequeñas, unas hojas y unas ramas.
Para realizar las manzanas simplemente he formado bolas pequeñas y las he aplastado un poco en ambos extremos. He usado clavos de olor para simular el cáliz y una ramitas que encontré en el mismo bote de esta especie para las “ramitas” de las manzanas. Para dar un poco de color he usado unas gotas de colorante alimenticio y para aplicarlo he usado un pincel de pastelería pequeño. Como base para el colorante he usado un poco de la clara de huevo que tenía guardada para la glasa.
Las hojas están hechas con cortapastas y retocadas con las tijeras. Luego les aplique un poco de colorante de la misma manera que en el caso de las manzanas.
Las “ramas” son unos cilindros muy finos de masa cortados en trozos y de distinto grosor. También apliqué un poco de color.
Guardamos la decoración en la nevera hasta el momento de utilizar.
¿Cuándo se aplica el decorado?
Normalmente la parte de arriba se elabora a la vez que la tarta entera y se hornea como una pieza entera. En el caso de esta tarta he optado por aplicar la decoración antes de los últimos minutos en los cuales se carameliza el glaseado.
Es decir, sacamos la tarta después de los 35 minutos de cocción, vertemos la glasa, aplicamos la decoración y horneamos los 10 minutos restantes.
Antes de servir, ADVERTIR a los comensales que deben quitar el clavo de olor de la “manzana”.
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